"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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02-02-2016 |
Pueblos con capacidades diferentes
Son pueblos para los que es necesario montar una democracia simplificada, o democracia asistida.
Haití se picó. La ola de resistencia popular impulsada por el agravamiento de la situación general y el fracaso del modelo político instalado, ha hecho frustrar los planes de continuidad. Esto los obliga a un ajuste político que hasta ahora no creyeron necesario.
Aparentemente ya está armada la salida, aunque no sea totalmente seguro que funcione. La OEA manda una misión, y la CELAC manda otra en paralelo (Ecuador, Venezuela, Uruguay y Bermudas). Ambas misiones confluirán dando el mismo informe, por lo pronto Uruguay está en ambas.
En realidad el camino ya ha sido diseñado por la OEA. Comprobadas las muchas irregularidades en las elecciones de la primera vuelta en octubre, comparó los resultados con distintas encuestas de opinión, y así se confirma que de cualquier manera el orden de los cuatro candidatos sería el mismo. De modo que según su criterio no valdría la pena anular las elecciones fraudulentas y gastar plata en hacer otras. Elecciones limpias, si el resultado no cambia, no es en este caso algo estrictamente necesario, porque como lo dijo el subsecretario de Defensa uruguayo Jorge Menéndez, no podemos esperar en Haití un proceso electoral como el uruguayo.
A su vez, la OEA ha tendido la mano al otro bando al proponer un "gobierno de transición", o sea desplazar del poder a Martelly que ya ha despertado demasiada resistencia y además no tiene la flexibilidad política necesaria.
Martelly es sacrificable, le darán unos pesos de indemnización por despido. Se hará el malo un rato más, precisamente porque ese es su lugar en el juego.
Entonces, para salvar la difícil situación en Haití, se llegará a un acuerdo civilizado con la oposición -o parte de ella- y se hará la segunda vuelta de elección presidencial con los dos primeros de la vuelta anterior, por más que haya habido "algunas" irregularidades.
Puede decirse que en este momento el candidato opositor, Celestin, ofrece mejores garantías para la continuidad del sistema que el candidato oficialista -al que no lo conoce nadie- porque aquietaría un poco las aguas.
Si se le dan garantías a Celestin de que ganaría (lo que es bastante lógico porque el candidato oficialista solo logró un 30% en elecciones fraguadas, y ahora tiene a todo el mundo en contra), aceptará. Y para asegurarse verdaderamente de aquietar las aguas ofrecerá algunos ministerios a otros candidatos opositores. Seguramente varios aceptarán, la oposición quedará dividida, como ha estado la mayor parte del tiempo precedente.
El acuerdo será endulzado por la participación de los "gobiernos de izquierda" en la mediación, incluyendo Venezuela. Para eso la incluyeron en la misión. El gobierno de Maduro no se la va a jugar por el pueblo haitiano, ahora más que nunca necesita un respiro.
Celestin ganará, y de inmediato llamará a un gran acuerdo nacional para sacar al país de la crisis.
Para eso se necesitará la "ayuda" de la comunidad internacional, con su ala oficial -la OEA - y su ala garantista -la CELAC con participación de Ecuador y Venezuela.
Al mismo tiempo que pide la ayuda internacional en materia económica, pedirá también que la MINUSTAH siga, aunque no será lo mismo. Deberá ser sin andar violando a nadie ni metiendo nuevas pestes en Haití.
Probablemente le cambien el nombre, y por lo tanto ya no habrá más MINUSTAH, lo que tratarán de venderlo como un triunfo. El principal objetivo de la nueva MINUSTAH será entrenar y “controlar” a la policía haitiana.
Como ya lo dijeron, esto no será una injerencia, porque eso iría contra los principios. Será acordado con el gobierno haitiano, que a su vez será un gobierno electo dentro del mismo procedimiento de transición acordado desde arriba y desde afuera.
Ya conocemos el modelo, ha sido ensayado en el continente a la salida de las dictaduras militares, hace 30 años. Es la DEMOCRACIA TUTELADA, y la CONCERTACIÓN. Con amnistía incluida
Baby Doc cayó (1986) más o menos en simultánea con el fin de las dictaduras militares en el continente, pero siguió un período del “duvalierismo sin Duvalier” , en paralelo con nuestras “democracias de transición” neoliberales.
Hacia el final de ese período (1991), unos años antes del comienzo del ciclo de gobiernos pos-neoliberales (socialdemócratas y/o nacionalistas bonapartistas) llega a la presidencia en Haití lo que era para el momento un socialdemócrata de izquierda, Jean Bertrand Aristide. No pudo gobernar, lo derrocaron a los 7 meses. Luego (1994) volvió por un acuerdo con los yanquis.
Pero de nuevo, en 2004, Aristide fue invadido, derrocado y secuestrado por la intervención imperialista, justo al comienzo del ciclo socialdemócrata en América Latina, y fueron esos gobiernos los que legitimaron su derrocamiento participando en la MINUSTAH, avalando el experimento de restauración neocolonial en Haití, experimento que ahora se cae al mismo tiempo que empiezan a caer esos mismos gobiernos socialdemócratas. Ambos aspectos son parte de un mismo proceso.
No sabemos si de verdad esta nueva fantochada aquietará las cosas en Haití. Hasta tanto no llega nuestra pericia en leer el futuro. Sabemos sí algunas cosas.
No es nada fácil para las organizaciones populares haitianas pasar a esta nueva etapa política que se inicia, sin haber logrado la preparación adecuada. Y estas organizaciones están todavía muy fragmentadas e inmaduras. Estos problemas no se superan de un día para otro. Eso también lo sabemos por experiencia propia.
De cualquier manera no nos corresponde hacer una "injerencia" en los asuntos haitianos, ni es nuestro tema. Lo es lo que haga Uruguay. Y en este sentido:
1. Lo que ocurre hoy en Haití demuestra el FRACASO COMPLETO DE LA MINUSTAH, y de todo el proyecto de restauración neocolonial. Da por tierra todas las presuntas justificaciones y subterfugios.
2. Lo único que corresponde es el RETIRO INMEDIATO E INCONDICIONAL de las tropas. No importa lo que inventen ni quién viene ahora a poner la cara. Ninguna concesión.
Pero de esto hay que rescatar lo positivo. Una nueva forma de encuentro internacionalista, en el momento del declive de los gobiernos "de izquierda" en el continente. Es otra contribución haitiana
Comunicado de la Coordinadora por el retiro de las tropas de Haití (Uruguay)
A las organizaciones y colectivos gremiales, sociales, políticos, etc., personas y pueblo en general:
Dados los últimos acontecimientos en el territorio haitiano que se resumirán a continuación, estamos convocando al siguiente calendario:
Jueves 4 de Febrero 10 horas Conferencia de Prensa en el Servicio de Paz y Justicia (Joaquín Requena 1642)
Martes 16 de Febrero 19 horas Coordinación de organizaciones en solidaridad con el pueblo de Haití (en Facultad de Ciencias Sociales (Av. Constituyente esquina Andrés Martínez Trueba)
Jueves 18 de Febrero 18 horas Concentración y entrega de carta al Poder Ejecutivo por el retiro total e inmediato de las tropas uruguayas en Haití (Pza. Independencia)
El actual proceso electoral ha sido declarado fraudulento por diversos organismos y partidos políticos participantes del mismo. No obstante el departamento de Estado de EEUU, los gobiernos de la Unión Europea, la OEA, la ONU, entre otros, sólo se dedican a "instar por la culminación de la segunda vuelta (balotaje) de las presidenciales". Y pedirle al pueblo que cese las manifestaciones. Pues durante todo el 2015 y con mayor intensidad en diciembre, fueron cientos de miles (100.000) que salieron a la calle a pedir elecciones libres de vicios y de injerencia extranjera. La segunda vuelta ha sido pospuesta tres veces.
La última fue el pasado domingo 24 de enero, cuando el candidato opositor Jules Celestin decide retirarse de la contienda por fraude masivo y se producen manifestaciones masivas. Desde entonces el presidente de facto Michel Martelly ha indicado su involuntad de dejar el poder tras el cese de su mandato el próximo domingo 7 de febrero .
El imperio esta sediento de reanudar el actual proceso electoral para así legitimar a su próximo títere Jovenel Moise .
El pueblo no lo permitirá. Hay que estar atentos si Martelly no deja el poder ante posibles manifestaciones populares, represión y un lamentable baño de sangre.
Entre las principales demandas de la rebelión popular se encuentran el retiro total de la Minustah y la anulación de estas elecciones fraudulentas .
Nada más ni nada menos que su segunda y definitiva independencia.
Desde Uruguay, tras la aprobación de la ley que prorroga la permanencia de los cascos azules uruguayos hasta fines de 2016, la misma contiene una cláusula gatillo que le permite al Poder Ejecutivo el retiro total e instantáneo de sus tropas. Sea que Martelly continúe o no, las tropas se deben ir
Es por esto que convocamos a una amplia coordinación social del campo popular uruguayo en solidaridad con la lucha del pueblo haitiano para el Martes 16/2 a las 19 horas en la Facultad de Ciencias Sociales. Encuentro que servirá de anteámbulo a una manifestación y entrega de una carta -firmada por todoxs aquellxs que así lo deseen- el jueves 18 de febrero a las 18 horas en Plaza Independencia
Les rogamos le hagan llegar este comunicado a todo el pueblo uruguayo. Y que nos ayuden con la propaganda de estas actividades pintando muros, en el boca a boca, por las redes, etc.
CRISIS HAITIANA Y RESPUESTA AL EMBAJADOR ARGENTINO EN HAITÍ
Henry Boisrolin
Coordinador del Comité Democrático Haitiano en Argentina
Resumen Latinoamericano, 31 de enero 2016.-
La crisis política y social haitiana ha entrado en una nueva etapa y dinámica. Hoy, sin lugar dudas, queda claro que la máscara de la dominación ha perdido de manera significativa su eficacia y eficiencia de antaño y se desarma casi al mismo ritmo que la descomposición del sistema de dependencia impuesto hace más de un siglo. Salvo un observador mal intencionado o afectado por una severa ceguera política no puede aprehender la rebelión popular que ocurrió en Haití como la principal arma que ha hecho imposible la aplicación en los últimos meses de varias maniobras y estrategias del poder imperial que pretendían seguir con el statu quo. En este sentido, la farsa electoral trágica empezada con la primera vuelta de las legislativas el 9 de agosto último pasado y luego con la escandalosa jornada de la primera vuelta de la presidencial el 25 de octubre pasado, ha sido bloqueada por la voluntad popular a partir de una resistencia marcada por una movilización popular activa y combativa a través de las calles del país. Puerto Príncipe, la capital, se transformó en el epicentro de esta rebeldía, y la gigantesca manifestación del viernes 22 de enero de 2016 asestó el golpe mortal a la pretensión de hacer avalar a todo un pueblo lo inaceptable. La postergación sin die del balotaje que estaba previsto para el 24 de enero como consecuencia directa de la misma no ha sido sólo una derrota del gobierno del presidente Martelly y del CEP -Consejo Electoral Provisorio- sino también de la llamada Comunidad Internacional comandada por el imperialismo norteamericano. Pues esta entidad fue la que -a pesar de todas las denuncias con pruebas irrefutables de fraudes masivos, de actos de violencia perpetrados sobre todo por los partidarios del actual gobierno para imponer a sus candidatos, de la decisión de la inmensa mayoría de las organizaciones haitianas exigiendo una revisión de lo actuado antes de seguir con el proceso electoral- alentó al gobierno y al CEP de seguir con la mascarada. Pero la ira popular que se desató ese viernes 22 de enero pasado, por ejemplo, al llegar la manifestación frente a la Embajada de Canadá, fue determinante e hizo comprender a los enemigos del pueblo que era preferible suspender la comedia. Así, minutos después el presidente del CEP en un mensaje televisado anunció al país la postergación sine die de la elección. Ni siquiera la presencia y el accionar represivo de la MINUSTAH como fuerza de apoyo a la Policía Nacional Haitiana han podido doblegar esa determinación popular.
Ahora, cabe resaltar que esta victoria y manifestación de la soberanía popular es la característica de la actual etapa. Y es el primer paso en un nuevo camino donde la injerencia internacional tuvo que retroceder. Hace bastante tiempo desde que el despertar de la conciencia en medio de una terrible situación de miseria generalizada, del colapso de las estructuras de dependencia, y gracias a un trabajo de hormiga en el seno de las masas a pesar de las enormes dificultades por parte de varias organizaciones populares, que la lucha de clases en Haití se ha agudizado. Pero se trata de una victoria parcial que provocó solo un retroceso y no puso todavía un punto final a la injerencia extranjera. Así hay que interpretar, por ejemplo, el llamado efectuado por Martelly sobre todo a la OEA para el envío de una Misión Especial para constituirse en árbitro de la crisis. Se trata de un nuevo Plan para retomar la iniciativa perdida por la acción de la calle. El embajador argentino en Haití, el Sr. Alejandro Guillermo
Deimundo Escobal, lo revela claramente a partir de unas declaraciones realmente escandalosas, injerencistas y ofensivas para el pueblo haitiano. Este Sr. no sólo se siente complacido por el rol de la OEA sino que se atrevió a plantear que Martelly podría seguir en su cargo hasta el 14 de mayo, una idea que fue desestimada hasta por dos principales consejeros del propio Martelly. Y así, según este diplomático, Haití podría seguir adelante con este proceso electoral. Una postura que se asemeja a la sostenida unos días antes por el Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, cuando afirmaba que los haitianos han de seguir con el proceso electoral hasta su finalización y que su gobierno no va a tolerar a ningún gobierno de transición en Haití por un tiempo prolongado. En vez de imitar de manera tan obsecuente a Kerry, hubiese sido mucho más útil para el Sr. Escobal leer el libro Haití: Fracasos y Desafíos Internacionales del profesor brasileño Ricardo Seitenfus, el ex representante de la OEA en Haití durante las escandalosas elecciones de 2010-2011 donde la OEA contribuyó a la designación de Martelly como presidente. Su intromisión en los asuntos internos del país manipulando los resultados electorales transformó a este organismo regional en uno de los responsables directos de la actual crisis. Así lo interpreta el pueblo haitiano que resiste en la calle. Y, por favor, Sr. Embajador Escobal, las imágenes de las masivas protestas de la oposición que circulan a través de todos los medios de prensa muestran con contundencia que es totalmente ridícula e insostenible su afirmación acerca del carácter minoritario de la oposición a Martely. También, Sr. Embajador, sería importante para no seguir ofendiendo de manera tan liviana al pueblo haitiano tratar de entender por qué la Iglesia Católica Haitiana hasta ahora se niega a dialogar con los miembros de la Misión de la OEA.
Ahora para llevar adelante esta especie de Plan B, los supuestos presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados han elaborado con Martelly una propuesta de salida. En esta nueva maniobra macabra tratan de neutralizar hasta el Grupo de los 8 candidatos a presidente y, obviamente, nada de consultar a las masas movilizadas. Y el descarte del G 8 de su vergonzosa propuesta se debe a que los 8 candidatos no reconocen a esos usurpadores de cargos y exigen una revisión por una Comisión de cómo llegó cada uno a su puesto. Entre tanto, entonces, Martelly y sus cómplices nacionales e internacionales pretenden que los manifestantes que estuvieron detrás de las barricadas, que marcharon kilómetros y kilómetros, que enfrentaron la represión, que recuperaron la dignidad del país, que dijeron NO a Martelly, al CEP y a la Comunidad Internacional, sean borrados de un plumazo del escenario para que unos traidores que ocupan ilegalmente el Parlamento a partir de elecciones fraudulentas sean los que determinen el futuro del país. Pero esta maniobra no pasará, por lo menos tan fácilmente como lo suponen. La lucha será larga y difícil, pero el pueblo haitiano es un hacedor de proezas. La historia lo avala.
Haití. “No obedeceremos”
Por ONGs haitianas
Declaración de ONGs haitianas sobre elecciones en Haití
En esta declaración, escrita la víspera del aplazamiento de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 24 de enero, 68 organizaciones de base en Haití exigen una llamada urgente a la solidaridad con su lucha por unas elecciones libres y justas, por dignidad, y por justicia.
Esta declaración se escribió mientras decenas de miles de haitianos se lanzaron a la calle – desafiando a la muerte, el gas lacrimógeno, las palizas y la tortura policial – para exigir la anulación de las elecciones
fraudulentas que dieron ventaja en las carreras legislativas y presidenciales a los candidatos elegidos a dedo por el presidente Michel Martelly.
El aplazamiento de las elecciones presidenciales fue una victoria dramática duramente ganada por el movimiento popular, que insistía en que no se celebraran nuevas elecciones hasta que no se pudiera garantizar que fueran libres, justas, y democráticas.
La lucha por el derecho a voto y para que todos los haitianos puedan participar en el proceso político continúa.
Tenemos el honor de hacer circular este poderoso mensaje.
“NO OBEDECEREMOS”
Una llamada a la solidaridad del movimiento popular haitiano.
Tras reflexionar sobre la lucha por el derecho al voto liderada por el Dr. Martin Luther King, Jr.m y por tantos otros valientes luchadores por la justicia hace 50 años en los EE.UU; sobre la lucha por el principio “una persona, un voto” guiada por los camarades de Mandela en Sudáfrica; tras reflexionar sobre todas las luchas que hay en el mundo, llegamos a la conclusión de que un pueblo no es soberano si no tiene el derecho al voto. Nadie puede conservar su dignidad si su voto no cuenta. Como dijo el presidente Aristide: “¡Si no protegemos nuestra dignidad, nuestra dignidad se escapará de nosotros!” Esa es la razón de nuestra lucha y por eso pedimos a la gente luchadora de todo el mundo que se solidarice con nosotros.
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